Como un dia mas quedamos Donatello y yo para acercarnos a echar el dia a algun lugar donde despeus de quince dias no este lloviendo, porque despues de quince dias
de vacances solo he podido aprovechar tres para hacer algo. Asi que como nuestro destino era el sur, espero paciente a la llegada de Donatello para tomar rumbo a Zarzalejo.
La verdad que era un dia con muchas ganas de hacer algo, con alma, pero cuando llegamos a Zarzalejo y empezamos a escalar se vio claramente que es de esos dias en lo que si despues de unos cuantos sin escalar te quedas en la cama pues tampoco pasa nada.
Cuando nos aburrimos de hacer un poco el tonto por allí hicimos una pequeña incursión a la placita por ver si la gente se había movido un poco y viendo que eso no era así nos acercamos a la parte de atrás por donde se encuentran bloques como La Bisagra, El Peine, o Coco donde estuvimos un buen rato probando unos y otros y sacando nada o ninguno, o muy poco.
Al cabo de un rato bueno de estar dándole a todo lo que parecía que tenia algo por donde agarrar vinieron unos chavales con un perro mas grande que Kala y esta saco el genio husky para ponerle en su sitio y yo a Kala en el suyo, véase atada a alguna piedra que no pudiese desplazar.
Estuvimos probando Easy, Peasy, Olla y Mantel, Brutus y demas ya casi sin mirar los croquis y fotografías que teníamos del lugar. Yo seguía con la sensacion de que todos los bloques me parecían súper duros y estaba claro que no eran los bloques, que era yo, a lo que Donatello siempre saca partido y un poquito de su saber hacer para que mi mal humor aflorase con mas facilidad todavía si cabe.