Garganta Honda

Tras pisar un poco de nieve para poder sobrellevar la ansiada, nos fuimos a descubrir un sitio nuevo, Garganta Honda, un gran sitio para iniciarse en esto de la adherencia y perfecto para comenzar a hacer varios largos.         
Tras madrugar menos que nada, a las 10 y pico salíamos, Michelangelo y yo, dirección Ávila, luego Solosancho y finalmente Villaviciosa. Una vez en el pueblo, es importante no despistarse. Hay que coger la primera calle a la derecha(Calle del rio) y cruzar un puente, luego a la izquierda y luego seguir hasta la presa nueva. No es el mejor camino del mundo, pero si pasamos nosotros…

Una vez repartido el material nos pusimos en marcha. Serán como 10 o 15 minutos de aproximación, y quitando el ultimo tramo, el sendero es muy fácil de seguir (hay que recordar que el sendero empieza en el otro lado de la presa).









Una vez en el cancho, nos dimos cuenta de que hay 3 vías mas de las que vienen en la guía. Porque se me olvidaba comentar, que esta zona la conocemos gracias a Tino Núñez y su Guía de escaladas en el Sistema Central. Con la que descubrir este sitio es muy fácil.

Pues tras ponernos el casco empezamos por la vía de la derecha de la lancha, Estoy acostumbrada a corregirme a mi misma V. Una vía que empieza con una corta trepada de III hasta la primera reunión. Una vez allí, lo mas difícil son los 2 primeros metros, se nota que hacia mucho que no hacíamos adherencia en granito. A partir de eso dos primeros metros es coser y chapar hasta la reunión. Esta reunión es la única que para rapelar tendrías que dejar algo, ya que es un parabolt sin anilla.

Desde aquí un fácil largo III, bastante chapado nos lleva a la reunión superior. La reunión no la ves hasta que estas encima, y desde aquí, las vistas son muy bonitas del todo el valle. Tras un rato de cháchara, y recordando nuestra primera aventura en este tipo de lides muy cerca de aquí, Michelangelo monto el rapel y empezamos el descenso con cierta incertidumbre sin con 60 metros llegaríamos al suelo. Después de oír el “libre”, y ver moverse a Michelangelo por el suelo, fui bajando poco a poco hasta el suelo.

La segunda vía que hicimos fue Pa Bandujo que me voy… V y que empezó Michelangelo. Una vía parecida a la anterior, que los primeros pasos costaban pero luego era facilota. Este fue uno de los momento claves del día, ya que empezó a chispear 5 segundos. Si llega a estar un poco mas nos toca la retirada a la carrera…

A partir de la reunión el largo se tumba mas, hasta una pequeña panza IV que es lo que da el grado al largo. Otra vez arriba, llegamos a la reunión común a todas las vías. Tras un rato mas de tontería en la cima, fuimos para abajo.
Una vez abajo, tomamos la decisión de retirarnos a casita, ya habíamos tentado mucho a la lluvia y había un largo camino de vuelta.

Un sitio que nos dejo una grata sensación, que nos vendrá muy bien para los días de relax o para que la gente se estrene en estas lides. Decir que hubo muchísimas risas, y que es una gozada tener un tío tan grande de compañero de cordada.