Parece ser que los miembros del komando 0.0 (ya sabeis, cero blokes, cero vias) han encontrado una buena sede donde reunirse, aunque a alguno le pille lejos le esperamos para que pruebe el bloke que lleva su nombre. Sede oficial, con bar y todo, aqui en REVENGA.
Y aunque ya hace tiempo que inauguramos la zona, el otro dia nos volvimos a juntar para despedir el año. Vale si, alguno volveremos antes de cambiar al 2015 o mejor, casi vivimos alli.
Donatello y Vir conocieron la zona de REGUMIEL y pudieron escalar en ella pues no han sido ni na los dias que han llovido por aqui y no nos han dejado tocar las piedras, pero aunque el lunes estaba todavia algo mojado el martes nos dejo deleitarnos con los ultimos bloques abiertos.
Despues de un paseito por los bloques para que los fuesen conociendo y de cargar un poquito con los crashpad llegamos al bloke donde nos pasamos toda la mañana. Que para qué vamos a estar abriendo bloques si con uno solo nos vale. Pues lo suficiente como para poder divertirnos un buen rato. El bolo, de una arenisca roja como el fuego, esta plagado de burbujas de aire que al escapar de su eterna prision han ido dejando en su huida parte de ellas mismas formando figuras escamadas como las de los dinosaurios que pueblan la zona.
Comenzamos calentando en El cuarteto para pasar rapido a Estegosaurus, un bloque que sale de sentado y vira en diagonal hacia la derecha siguiendo la forma de las escamas que surgen de la piedra. Alguna se rompe, es facil pensar que hasta que terminen de adoptar su forma defintiva los bolos van a ir evolucionando, pero hasta entonces hay que escalar con cierto recelo. Mas si cabe cuando el que escala es Donatello, que raro es el momento en el que no rompe algo, que si un pie, ahora un cacho bueno de mano… que ahora me caigo y me hago daño en el dedo… En fin compensando la forma de escalar sigilosa y divertida de Vir . Sera cuestion de quitarse el oxido, pero vamos que siempre fiel a nuestro lema.
Del Estegosaurus anduvimos jugando con su prolongacion, Estegosaurus Rex que le añade algunos pasos mas por los bordes de burbujas para unirse en los romos siguiendo ambos el mismo camino.
En el mismo bolo probamos Ex Polon, de pie primero a sabiendas que ya estaba preparado para sacarlo de sentado y es que el bloque de sentado se hace largo a medida que va cogiendo altura. Requiere de un buen talonaje para poder levantarte hacia las regletas que dan a la oreja del espolon. Donatellon lo probo y le gusto, aunque fue Reggetaun el bloque que mas le llamo la atencion. Todo regletas, desde que pegas el culo a la colchoneta hasta que sales a su parte alta donde se hace mas facil. Hay que decir que no fuimos capaces de sacarlo de sentado, habra que encontrar mas pies apretar mas los dedos o dejarlo para esos amigos tan fuertotes que tenemos y que pasan del V grado, porque como bien dice nuestro querido Maestro Astilla y siguiendo sus fieles enseñanzas “Lo que se puede escalar es quinto grado y lo que no mas de quinto”.
Pasado el mediodia solar y despues de haber picado algo nos dirigimos poco a poco hacia la placita no sin antes pasar por Hola Ola para que Donatello y Vir pudiesen conocerlo. Merece la pena detenerse a darle un pegue aunque no iba a ser hoy.
Llegando a la placita ni siquiera alcanzamos a divisar el bolo donde estan Marca ACME, El coyote o El Correcaminos pues ya nos atraparon las regletas de los bloques que se encuentran antes y que ese mismo dia fueron bautizados.
Empezamos por Boxer Blanco, que nos dejo encalomarnos al bolo para limpiar un poco mas la salidas de este y su compañero inevitable de viaje, El Cepillo de Virginia y es que recibe su nombre a que no fueron pocas las veces que Vir lo lanzo al aire para pasarmelo, aunque parecio mas un partido de pelota mano de las veces que recibio la piedra los envites del cepillo hasta que pudo llegar a mis manos. Quedara para los anales de la historia.
El Cepillo de Virginia sale de una regleta a dos manos para tomar otra lateral con la izquierda y otra con la derecha para intentar alcanzar la salida. “¿y por que no pruebas a lanzar desde las regletas?”, Donatello encendio la mecha y fueron unos cuantos los ultimos pegues “lo prometo” para sacar el bloque tomando una regleta de cada bloque como lanzadera.
Despues de un dia intenso de probar muchas cosas de las que andan abiertas por este sector nos esperaba un buen bocadillo en la furgo, junto a la serreria donde se dejan los coches. Ultimas parladas, abrazos y despedidas para salir zumbando antes de que nos pille la niebla de vuelta a casa. Es la pena de tener que vivir en el Londres hispano.